Una vez realizado el vaciado del piso, llega el momento crucial: preparar la vivienda para su venta. Un piso vacío permite una mejor presentación, pero aún hay varias acciones que pueden aumentar su atractivo y su valor en el mercado.
El primer paso tras el vaciado es realizar una limpieza profunda, incluyendo ventanas, suelos, puertas, cocina y baño. Aunque el piso esté sin muebles, la limpieza influye enormemente en la primera impresión de los compradores.
Después, es recomendable reparar pequeños desperfectos: grietas, enchufes sueltos, pintura descascarada, puertas que no cierran bien, etc. Estas pequeñas mejoras no suelen ser costosas, pero mejoran la percepción del piso como bien cuidado.
La pintura es una de las formas más eficaces y económicas de renovar un espacio. Pintar en tonos neutros como blanco o gris claro hace que el piso luzca más luminoso y amplio, aumentando las posibilidades de venta.
Una vez limpio y pintado, el siguiente paso es optimizar la iluminación. Si el piso es antiguo o poco luminoso, agregar luces LED o lámparas temporales puede mejorar el ambiente y hacer que las fotos para portales inmobiliarios salgan mucho mejor.
Finalmente, considera un home staging ligero si el mercado lo permite. No significa amueblar todo el piso, sino añadir algunos elementos clave: una mesa con sillas, alfombras, plantas o cuadros neutros. Esto ayuda a que el comprador se imagine viviendo allí.
Preparar un piso para la venta tras un vaciado no solo mejora su apariencia, sino también agiliza el proceso de venta y puede aumentar su valor final. Un piso bien presentado es siempre más atractivo para cualquier comprador.


